ALoe Vera Relax + Masaje, 100ml

Aplicar en las piernas con masajes se abajo hacia arriba. También sobre otras zonas del cuerpo con menor intensidas de masajes en zonas sensibles.

Sus componentes son del ALOE VERA con Árnica, Harpagafito, Camphor,  Menthol, y Castana de Indias.

No Contacto los ojos y mucosas !

Ingredientes: 

Alcohol Denat, Aloe Barbadensis Leaf Juice*, Agua, Camphor, Glycerin, Menthol, Xanthan Gum, Arnica Montana Flower Extract, Aesculus Hippocastanum Seed Extract, Sodium Benzoate, Potassium Sorbate, CL 75810

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Fabricación en frío – proceso de fabricación

Formulación en frío de cosméticos. Si bien la gran mayoría del mundo cosmético formula “caliente”, la formulación en frío aparece como una alternativa que permite formular productos sin fase de calentamiento. Esta técnica de fabricación nos permite conservar todos los nutrientes presentes de forma natural en las materias primas, que son de gran beneficio para la piel.

Además, se reduce y limita el consumo de energía en la producción de productos cosméticos. La mayoría de las cremas disponibles en el mercado son emulsiones elaboradas mediante el proceso de fabricación en caliente. Se crean mediante la fusión de una fase acuosa y una fase grasa, que conviven gracias a un emulsionante.

Durante el proceso de fabricación en caliente, ambas fases se calientan a altas temperaturas entre 60 y 85 °C durante muchas horas, lo que tiene un efecto perjudicial sobre los ingredientes activos como los aceites vegetales nativos, que se oxidan durante el proceso.

Este paso es fundamental para fundir los componentes sólidos y emulsionar las dos fases. Esta costumbre de formulación existe desde el principio de los tiempos, pero en la era de los productos puramente herbales se ha quedado obsoleta para nosotros y podemos combinar calidad con eficacia.

La formulación en frío es un proceso de formulación que permite crear una emulsión cosmética sin tener que pasar por una fase de calentamiento, utilizando un emulsionante especial para que la emulsión “aguante”. Por tanto, las diferentes fases se mezclan a temperatura ambiente sin que se produzca un aumento de temperatura. Se trata de un proceso de fabricación complejo que requiere más precisión y más tiempo de fabricación. También requiere una selección más precisa de las materias primas y, en particular, de los componentes de la fase grasa. El principio de estas técnicas de fabricación es respetar los ingredientes y materias primas sin alterar su composición (vitaminas, nutrientes y otros principios activos) presentes de forma natural en la materia prima para aprovechar los múltiples beneficios que ofrecen a nuestro organismo y para la piel.

Los ingredientes no se calientan y los beneficios son muchos. Algunos incluso hablan de “cosméticos vivos” para describir estos tratamientos de nueva generación que conservan las materias primas y ofrecen lo mejor de la naturaleza en estado bruto. Al igual que ocurre con los alimentos, el calentamiento de los aceites al producir emulsiones afecta a su composición y, en particular, a su riqueza nutricional. Tantos elementos buenos de los que la piel no puede beneficiarse. Además, una fase de calentamiento acelera el proceso de oxidación de los aceites, responsable de su enranciamiento, lo que representa una de las principales dificultades en la formulación de productos cosméticos naturales ricos en aceites vegetales.

Sin embargo, además de los aceites utilizados en las formulaciones, algunos ingredientes activos son muy sensibles al calor, lo que significa que son atacados por el calor. Esto se aplica en particular a la vitamina C, pero de manera más general a todos los antioxidantes, tan buscados en cosmética por su efecto preventivo contra la aparición de los signos del envejecimiento.

Estos antioxidantes son extremadamente sensibles al calor y a las fluctuaciones de temperatura, por lo que pierden rápidamente su actividad y por tanto su utilidad cuando se exponen a un período de calentamiento o choque térmico.

Al no calentar materias primas, se evita cualquier degradación en el momento de la formulación y se ofrece al consumidor productos cosméticos lo más parecidos posible a lo que ofrece la naturaleza.

Esto significa que todos los ingredientes activos permanecen crudos y vivos para devolver generosamente a la piel su efecto. La elaboración de estos productos requiere más conocimiento y sensibilidad, así como una selección más rigurosa de las materias primas antes de la producción para garantizar que la fase grasa sea líquida y perfectamente homogénea con la formulación.

Sin embargo, esto no cambia nada para los consumidores, salvo que se benefician de unos cosméticos ricos en principios activos, nutrientes y vitaminas: la naturaleza en estado puro. La vida útil tampoco se ve afectada, ya que depende del sistema de conservación elegido y no del proceso de emulsión. En cuanto a la normativa, sólo existe una normativa sobre cosméticos, que se aplica a todos los productos comercializados en territorio europeo. El proceso de fabricación no exime en modo alguno a los productos formulados de los requisitos reglamentarios, que, como recordamos, se encuentran entre los más importantes y estrictos del mundo.

Por lo tanto, los productos formulados en frío deben pasar varias pruebas de estabilidad, seguridad, desafío, etc. antes de poder comercializarse. Otra ventaja importante es que la formulación en frío requiere menos energía, lo que reduce el impacto ambiental general del proceso de fabricación. Los emulsionantes de origen 100% natural, que permiten la producción de emulsiones en frío, son raros y no tienen precedentes en este proceso de fabricación tan técnico. Esto nos permite estar lo más cerca posible de la naturaleza y sus beneficios a la hora de elaborar productos cosméticos.

Este enfoque 100% natural hace que el proceso de formulación sea aún más complejo y requiere una selección aún más drástica de las materias primas utilizadas en la composición de los productos cosméticos. Sin embargo, es aún más sensato utilizar un emulsionante natural para la formulación en frío para brindar a los consumidores todos los beneficios de las materias primas utilizadas en la composición de los productos para el cuidado de la piel.

100% eficiencia, con 100% naturaleza.

En esta industria utilizamos este proceso muy pocas veces porque es más delicado de implementar y requiere conocimientos especiales que no todos los fabricantes dominan. Este proceso de formulación requiere una selección drástica de las materias primas utilizadas y en particular es necesario excluir los componentes de la fase grasa que tienden a solidificarse (mantequilla, ceras y otros aceites), lo que es restrictivo y obligaría a los fabricantes a revisar fórmulas que Permitir la producción en frío.

Después de todo, los emulsionantes fríos de origen natural son más caros de adquirir que los llamados emulsionantes clásicos.


laboratorio laudor
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